lunes, 8 de marzo de 2021

¿Podemos rectificar?

Generemos “La Chispa” | por Eleneo Leal

Empatía
La empatía es un sentimiento de conexión o relación. Es la habilidad de entender los sentimientos ajenos. La empatía es necesaria para colaborar. En contraste, los comportamientos abrasivos y bruscos alejan a la gente. No es solo tratar de entender, es además ponerse en el lugar del otro y vivir, desde su perspectiva, las situaciones que afronte.

Los conflictos suelen seguir un patrón de desconfianza, que pasa por la provocación y se intensifica antes de estancarse. Por lo general, discutir no cambia el punto de vista de una persona; esto sólo genera más discusión. Sin embargo, la empatía puede generar un nuevo patrón de cooperación productiva, que supone contribuciones recíprocas, transacciones mutuamente beneficiosas y continuidad.

En vez de atacar las ideas de los demás, muestra respeto por el punto de vista ajeno. Pídale a su interlocutor que se explique. “Limpie el aire” a la primera señal de incomodidad emocional, en lugar de evitar el conflicto y dejar que la insatisfacción crezca. En vez de confrontar, sostenga una “conversación crucial”, en la que exponga sus intereses y escuche los intereses de su interlocutor.

Ciertos estudios demuestran que las personas deciden si continuar o dejar una conversación, en los primeros cuatro minutos. El experto Leonard Zunin recomienda tomar en cuenta esta observación en nuestras relaciones a largo plazo. Cuando nos encontramos con alguien que no vemos desde hace tiempo, utilice los primeros cuatro minutos para restablecer la relación, y ocúpese de los asuntos más íntimos después.

Cultive hábitos sociales que fortalezcan la relación: elogiar honestamente, mantener las promesas, escuchar y criticar constructivamente. Evite los comportamientos “tóxicos”, como aplastar las ideas ajenas, evitar losas elogios, alardear, ser esquivo, etc.

Lo único que podemos controlar es nuestro comportamiento, teniendo siempre en cuenta que las reacciones a nuestras palabras generan conducta en la persona con quien interactuamos, diferentes situaciones emocionales captan nuestra atención y nos arrastran a una cápsula, nos limitan y determinan la capacidad finita de querer solucionar la controversia.

Estar en el lugar del otro significa haber internalizado su pesar, su molestia, su tristeza, su sentir. Muchos aprendemos éstas lecciones después de cometer desatenciones y errores, que cuentan la perdida de relaciones valiosas para el equilibrio psicoemocional.

Esperar que el tiempo calme la ansiedad, lleve a su lugar los estadios de interacción y, permita la reconstrucción del tejido que logre cubrir heridas y avanzar nuevamente es una fuente de motivación que solo se logrará desde el querer hacer, querer pasar, querer comenzar.

La empatía está muy ligada a otros sentimientos que son importantes para la interrelación social, aprovechemos el tiempo para ganar espacios y cambiar positivamente la vida de otras personas.

Lo siguiente a la empatía es el perdón, parte de la sanación que nos lleva a conseguir paz interior y a generar mejores momentos para la tranquilidad.

Que siempre se imponga la segunda oportunidad, que el amor sea la fuerza irreductible de nuestra vida. Siempre seremos parte importante de alguien, nadie es totalmente independiente cuando de emociones se trata.


 

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